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¿De dónde viene la impotencia? Síntomas y resumen de la disfunción eréctil (DE)La disfunción eréctil, comúnmente conocida como DE o impotencia, es una afección en la que una persona es incapaz de lograr o mantener una erección adecuada para la actividad sexual. Puede manifestarse de diversas formas, como dificultad para lograr una erección, mantenerla o eyacular constantemente. Causas físicas de la impotencia
Causas psicológicas de la impotenciaAunque las condiciones físicas constituyen una parte sustancial de las causas, no se pueden pasar por alto los factores psicológicos. Algunas de las causas psicológicas predominantes son
La disfunción eréctil como síntoma de otros problemas de saludCuriosamente, la disfunción eréctil no siempre es un problema aislado. En muchos casos, la disfunción eréctil puede ser síntoma de otro problema de salud subyacente. Por ejemplo, la diabetes tipo 2, las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, la aterosclerosis y la esclerosis múltiple son afecciones en las que la disfunción eréctil puede manifestarse como síntoma. Además, la enfermedad de Peyronie, una afección en la que se forma tejido cicatricial en el interior del pene, también puede provocar disfunción eréctil. Prevalencia y factores de edadLa aparición de los problemas de erección varía de una persona a otra. Aproximadamente una cuarta parte de los hombres declararon que sus problemas de erección comenzaron entre los 50 y los 59 años. Curiosamente, el 40% declaró que empezó a enfrentarse a estos problemas entre los 60 y los 69 años. Las enfermedades crónicas y otros factores de riesgo pueden influir en la aparición de la disfunción eréctil. ¿Es posible revertirla?La buena noticia es que, en muchos casos, la disfunción eréctil puede revertirse. Una investigación publicada en el Journal of Sexual Medicine indica una tasa de remisión del 29% al cabo de 5 años. Aunque es fundamental comprender que no todos los casos de disfunción eréctil pueden curarse, el tratamiento adecuado puede reducir significativamente o incluso eliminar los síntomas. Comprender las causas profundas de la impotencia es esencial no sólo para quienes la padecen, sino también para sus parejas y la comunidad médica. Abordar las causas subyacentes, ya sean físicas o psicológicas, es crucial para un tratamiento eficaz y una mejor calidad de vida.
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