Mentiras, ocultación, censura, parcialidad, petulancia, negación, eliminación de datos que no interesan, alteración de datos, maquillaje de datos y gráficos, manipulación, profanación del método científico, orgullo, fanatismo, prejuicios, codicias, acuerdos para apartar a críticos y escépticos, malas conciencias pero bocas calladas (seguramente bien alimentadas). Escandaloso y vergonzoso. FRAUDE.
Ni siquiera es lo que se deduce: es, directamente, lo que se lee en muchos de los cientos de correos electrónicos hackeados (el pasado 20 de noviembre) al centro británico CRU (Climate Research Unit) de la Universidad de East Anglia, uno de los principales centros, junto al norteamericano GISS (Goddard Institute of Space Studies), motores de la corriente científico-político-alarmista del calentamiento global o cambio climático (misteriosa confusión) antropogénico (provocado por el hombre) vinculados al IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático).
Me considero modestamente racional y con un pensamiénto crítico y científico (por mi formación en Biología). Y este asunto no me olía bien desde el principio (sobre todo a raiz de que día sí y día también no paraba de leer en las prensas las desgracias, que, por culpa del ser humano, íbamos a sufrir pasadomañana mismo). Pienso que cambio climático hay, por supuesto. La propia definición de clima implica cambio. Como el que ha habido a lo largo de los millones de años de existencia del planeta Tierra. Pero de ahí a culpabilizar al ser humano de los males del planeta (climáticamente hablando) con una perspectiva temporal tan ridícula en comparación con los tiempos geológicos, me parece injusto. Sobre todo porque olvidamos la influencia de algo tan bestial como el Sol.
Pero al grano. Menudo pollo se está montando, sobre todo en internet y en medios de comunicación anglosajones. La otra parte vergonzante de la historia es la información de este escándalo en nuestra prensa nacional: desaparecidos en combate. Igual están esperando a que capee el temporal para vaticinarnos alguna subida del nivel del mar que hará desaparecer alguna isla las próximas navidades.
Cientos de correos hackeados (un delito por supuesto) de propiedad reconocida oficialmente y que no tienen desperdicio en cuanto a lo que uno puede leer de algunos científicos, a los que algunos llaman “calentólogos” (y muchos añadiríamos el adjetivo de “mentirosos”). Algunas frases:
“Acabo de completar el truco de Mick de Nature añadiendo en las temperaturas reales de cada serie para los últimos 20 años (es decir, a partir de 1981) las de 1961 para que Keith pueda ocultar la bajada de temperaturas.”
“Como todos sabemos, no se trata de decir la verdad, sino de negar las acusaciones de forma plausible”
“pero te juro que saqué de la manga todos los trucos que tengo tratando de extraer algo de eso. (…) No creo que sea productivo tratar de falsear las estadísticas de la cronología más de lo que ya he hecho”
“Si alguna vez se enteran de que existe un Acta de Libertad de Información (FOI – Freedom of Information Act en el original) ahora mismo en UK, creo que borraré el archivo antes que mandárselo a nadie.”
“Así que por favor no pases esto a otros sin preguntarme antes a mí. Estos son los típicos “trapos sucios” que uno no quiere que caigan en las manos de aquellos podrían potencialmente intentar distorsionar las cosas…”
“alguien de Berkeley que dice que el método de reconstrucción que usamos en dedrocronologia (regresión reversa) está equivocado, sesgado y es horrible. Si se publica puede hacer bastante daño”
Pero lo mejor es que lo veáis vosotros. Algunos enlaces:
Todos los correos hackeados aquí.
Desde el Exilio (excelente blog en español que está recapitulando noticias sobre el tema traducidas).
Unos cuantos artículos en FAEC (Fundación Argentina de Ecología Científica)
Libertad Digital 1 y 2
En fin… busca “Climategate” en Google y ahí encontrarás de todo.
Lo peor de todo es el daño que se le hace a la Ciencia y las razones ocultas de semejante engaño.
Después de esto… “algo huele a podrido con la gripe A”.
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