29 mayo 2010 | Deja un comentario

Una verdad incómoda: ¿Documental o propaganda?

Puede ser un tema un poco anticuado, pero hace unas semanas a mi hijo Abraham le propusieron un trabajo para una de las asignaturas del primer curso de la licenciatura en Comunicación Audiovisual. Le dieron a elegir entre un amplio catálogo de películas y documentales de temática social y derechos humanos. Entre ellos aparecía “Una Verdad Incómoda” (en adelante UVI). Me dijo: “papá, he elegido UVI porque sé que a ti estos temas te van y veo lo que escribes, lo que lees y lo que dices sobre estos temas”. Así que tuve la oportunidad de volver a ver UVI, pero esta vez de una manera diferente. No tanto lo que se dice, sino como se dice.

Y ahí me encontraba yo, con mi hijo, comentando cada escena del documental, parando, marcha atrás, repitiendo… minuciosamente. Mi hijo tomaba notas. También tomaba notas de mis reacciones. Debatíamos. Y con sus notas, alguna fuente de información extra que él sabía que yo tenía y su bibliografía universitaria me presentó su trabajo.  Le dije: ¿Me dejas publicarlo en mi blog?. Y aquí está después de haber dejado pasar unas semanas de cortesía para que fuera el profesor el que recibiera el trabajo en exclusiva. Nota: los enlaces a etiquetas de mi blog se generan de forma automática, no forman parte del trabajo.

UNA VERDAD INCÓMODA: Una aproximación desde los derechos fundamentales de las personas.

Introducción

una verdad incomodaUna Verdad Incómoda” (UVI) es un filme elaborado en estilo documental, así considerado, pese a lo inusual en producciones de este tipo, al exhibirse en salas comerciales. Aunque cabría enmarcarlo dentro de los “ensayos fílmicos” en la línea de las producciones del controvertido Michael Moore, por ejemplo, exponiendo temas sociales y tratando de convencer al público de unas determinadas tesis y conclusiones  más que explicar y describir hechos.

Las conferencias sobre el tema del Cambio Climático que Al Gore imparte por la geografía norteamericana son el “guión” de UVI, y, aunque el público destinatario, finalmente, no tiene nacionalidad, existen constantes alusiones de tipo local.

Davis Guggenheim, conocido por famosas series y documentales, desarrolla un auténtico espectáculo visual y narrativo que mantiene tanto al espectador en directo como al de la butaca atentos y entusiasmados ante el despliegue de recursos técnicos, informáticos, infografías, de imagen y sonido… jalonados por sorpresas impactantes de todo tipo.

Al Gore en acciónEn un ambiente oscuro, con la iluminación focalizada en el protagonista y orador, Al Gore pone en práctica sus reconocidas y experimentadas dotes de comunicador con una gigantesca pantalla de fondo y con el público sentado a su alrededor a modo de foro.

Mientras Al Gore va haciendo su exposición, con alguna que otra pincelada de humor, se suceden, intercaladas, imágenes de las experiencias vitales del protagonista, sus convicciones y sus compromisos, diferenciándolas del resto con sencillos blancos y negros.

Independientemente de lo que se quiere pensar sobre los contenidos expuestos, UVI es la lección perfecta de cómo dar una conferencia.

EL USO DE DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES COMO EXCUSA PARA LA PROPAGANDA, PERSUASIÓN Y ESTABLECIMIENTO DE UN NUEVO ORDEN GLOBAL

En UVI diversas técnicas son utilizadas para transmitir un único mensaje central, de una forma que va más allá de una simple narración, sobrepasando los límites de una pretendida objetividad para persuadir de forma metódica e intencionada de unas tesis con aspecto científico pero de implicaciones ideológicas inmediatas.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de manifestar su creencia individual y colectivamente.

Sin embargo UVI no se caracteriza precisamente por eso pues fomenta un pensamiento colectivo “políticamente correcto” impidiendo desarrollar un pensamiento individual y crítico.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión y este derecho incluye el de no ser acosado por ello, y el derecho a recibir y difundir informaciones y expresiones.

Sin embargo en UVI se desdeña y se ridiculiza las opiniones contrarias a lo expuesto.

Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas.

Sin embargo durante UVI nos encontramos con alusiones a la frustrada elección de Gore a la presidencia de USA, que inducen a interpretar, entre imágenes mezcladas de impotencia y aclamaciones, lo “injusto” y “nocivo para el país” que fue dicho evento.

De hecho, el propio Gore ironiza con tono de chiste en su primera frase ante el público:

“Soy Al Gore y solía ser el próximo Presidente de Estados Unidos de América”.

Un tono victimista del que no se deduce culpables pero hace cómplice al sistema de la democracia moderna más antigua del mundo.

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades se hagan plenamente efectivos. Ninguno de los derechos fundamentales podrá interpretarse para conferir al Estado, a un grupo o a una persona, el derecho a emprender y desarrollar actos tendentes a la supresión de cualquier derecho fundamental.

Sin embargo, en UVI, se expone un problema (se crea según algunos) fomentando una alarma social mundial, se define el enemigo único, se culpabiliza a la especie humana y se dan las pautas para acciones globales que deberán ser lideradas en aras de tesis establecidas por un consenso tácito del que el Hombre, como culpable del problema, no será sujeto sino objeto. Actitudes que llevan a reflexionar sobre la frase que el periodista H.L. Mencken hizo en los años 20:

“Todo el propósito de la política es mantener al populacho alarmado, y por ello clamoroso para ser conducido a la seguridad, mostrándoles una interminable series de enemigos y catástrofes, todos ellos imaginarios. La necesidad de salvar a la humanidad es casi siempre una falsa fachada para el deseo de tomar el poder.”

DOCUMENTAL O PROPAGANDA.

Independientemente de la contrastación de las ideas que se exponen (en lo que no voy a hacer mucho hincapié), la realización de UVI parece sacada de un manual de manipulación y propaganda puesto en práctica con riguroso celo.

Es necesario un líder con prestigio para comunicar el mensaje. A lo largo de todo el filme la figura de Al Gore es exaltada a través de imágenes de personas admirando su presencia, planos de público de todas las razas escuchando de forma embelesada la conferencia que es intercalada de forma regular con pasajes de la vida personal de Gore y de hechos como el accidente de su hijo o la muerte de su hermana por cáncer de pulmón, que tocan la fibra sensible del espectador. En estos pasajes se va labrando la imagen de compromiso y fe en las convicciones que imprime un halo de honestidad que, más tarde, facilitará la asunción del mensaje. Desde el principio, Gore, adopta la función de autoridad única.

Es necesaria una puesta en escena apropiada utilizando medios que llamen la atención y despierten el interés de la audiencia. En eso, UVI es un portento de prodigios técnicos e infográficos que van desde la iluminación exclusiva de la figura de Gore hasta momentos cumbre como el uso del elevador para alcanzar el final de una gráfica (la del discutido y finalmente descartado “palo de hockey”).

Se utilizan lemas o frases que etiquetan los acontecimientos de forma que provocan respuestas deseadas de la audiencia:

“El problema no es lo que sabemos sino lo que sabemos seguro y no lo es”. Mark Twain

“Es difícil hacer que un hombre entienda algo si su salario depende de no entenderlo” Upton Sinclair

Aunque este tipo de frases deben evitar un efecto bumerán, que lo consigue en ese momento, una reflexión escéptica posterior podría hacer que se las aplicasen al propio Gore.

Es necesario reforzar la ansiedad por las repercusiones del problema exponiendo de forma sistemática imágenes de catástrofes presentes y simulaciones de catástrofes futuras. Sin embargo se cuida de no provocar una frustración incontrolada de la audiencia manteniendo la sensación de control de los acontecimientos como cuando expone los innumerables países y ciudades que han emprendido acciones o los sencillos consejos que están en nuestras manos realizar.

Es necesario el problema para luego ofrecer la solución. Indudablemente el problema es el Calentamiento Global. UVI va exponiendo y construyendo de forma sistemática el problema y sus consecuencias de tal manera que la audiencia reaccione y finalmente sea totalmente receptiva a aceptar las soluciones que se le proporcionen aunque sean un mal necesario.

Es necesario un enemigo único y perfectamente identificable y una idea única. El enemigo es el CO2 emitido por el ser humano y hay que eliminarlo.

Todo se centra en la misma idea que es sobre la que, de forma repetitiva, gira una y otra vez UVI, ridiculizando a los “escépticos” que dudan en las raras ocasiones en que los menciona, excluyéndolos del debate y dando este debate por concluido y el consenso por establecido. Los que dudan no tienen cabida, se silencian. Incluso se da a entender de forma clara que aquellos que niegan o dudan, responden a intereses económicos como los de las compañías petroleras (“pues su salario depende de ello”). Si algo se repite constantemente acaba aceptándose como verdad.

Elimina del pensamiento de la audiencia cualquier posibilidad de duda:

“No voy a dedicarle mucho tiempo porque todos ustedes lo conocen muy bien” (sobre la discusión de la existencia del Calentamiento Global)

Es necesario generalizar y exagerar cualquier suceso puntual que apoye las tesis que se exponen como los osos polares ahogados o las imágenes del glaciar Perito Moreno (que no nombra) como síntoma de un deshielo generalizado (imágenes seguidas, por cierto,  de un vídeo de plataformas de hielo generado por ordenador perteneciente la superproducción de ciencia ficción de 2004 “El Día De Mañana”.

Se exponen argumentos de forma continua de tal manera que no permite a ningún espectador reflexionar sobre él porque otra “evidencia” está encima de la mesa, dando la sensación de una aplastante razón y minimizando cualquier duda sobre algún detalle pues en suma todo es cierto.

Se convierten suposiciones verosímiles en veraces cuando se exponen predicciones de posibles catástrofes y consecuencias, o cuando se proyectan datos para el futuro. Y sobre esas suposiciones verosímiles se construyen argumentos cuando deberían construirse sobre pruebas contrastadas. Sobre la proyección de un hipotético aumento de las temperaturas, se proyecta el derretimiento de Ártico, la paralización de la corriente del golfo, la elevación del nivel del mar (¡6 metros!), la evacuación de las zonas costeras, la aparición de millones de refugiados, y la generalización de problemas sociales, ambientales, sanitarios, ecológicos, etc.

Es necesario mantener lazos emotivos con la audiencia, de ahí los relatos intercalados de la vida personal, el accidente de su hijo, la muerte de su hermana, las evocaciones a la infancia, las imágenes bucólicas… Lo hace de forma regular en el que se predispone a la audiencia a esos momentos de sosiego para, inmediatamente, volver a la carga. O las evocadores imágenes de un bello planeta, el nuestro, en medio de la inmensidad del universo, frágil.

Se da por supuesta una unanimidad: “como todos ustedes saben”, “se niegan a reconocer el problema”, “consenso científico”, “el 0% -de los científicos- discrepaba de sus contenidos –informes científicos-“

Dibújos animados en UVIEn ocasiones vulgariza los temas llegando a infantilizar a la audiencia utilizando dibujos animados para dar una explicación infantil sobre lo expuesto con la seguridad de que no producirá ninguna reacción crítica. Con voces de buenos y malos, en el que el CO2, los malos de la película le pegan una soberana paliza al Sr. Rayo de Sol, dejando claro al espectador, de qué forma debemos “odiar” al enemigo único.

Dibújos animados en UVI2O, con la estética Simpson, a una inocente niña (simbolizando la preocupación y el compromiso y equivalente a la inteligente Lisa Simpson) se le derrite el helado mientras un profesor (simbolizando la estupidez humana y equivalente al ridículo Director Skinner) zanja de forma burda el problema al grito de “de una vez por todas”.

Mediante la vulgarización, la simplificación y la infantilización se consigue evitar una explicación seria tratando y manteniendo a la audiencia como “ignorante”. Antes de presentar esos dibujos animados Gore dice:

“Pero yo tengo otra (explicación) que me parece muchísimo mejor”

Por lo cual, al margen de cualquier prueba, y ante una explicación innecesariamente infantil, debemos “creerle” y no hacer ningún otro esfuerzo mental.

Y otro denominador común en términos propagandísticos y de manipulación es hacer recaer un sentimiento de culpa por la falta de inteligencia y capacidad de nuestros actos, a toda la especie humana:

“Cada uno de nosotros es una causa del calentamiento global”

“Dile a tus padres que no echen a perder el mundo en el que tú vivirás”

En definitiva un problema, una idea, un enemigo, simplificaciones, sentimiento de culpa, todo ello mezclado con emociones primarias, que hacen calar las ideas sin provocar ni un ápice el espíritu crítico o el pensamiento propio.

PENSAMIENTO ÚNICO VS PENSAMIENTO CRÍTICO

Una Verdad Incómoda fomenta un pensamiento colectivo “políticamente correcto” impidiendo desarrollar un pensamiento individual y crítico. Los recursos empleados van encaminados a que no reparemos en desviarnos un ápice del pensamiento único que expone Al Gore. La constante información que se va recibiendo, no permite la reflexión cuando ya tenemos ante nosotros otros argumentos.

No nos paramos a pensar si Al Gore posee la capacitación o autoridad para hacerse garantizador de lo que nos dice. Y sin embargo todos sabemos que Gore no es científico.

No nos paramos a pensar si Al Gore posee la reputación necesaria para creer (sí, creer ya que no es científico). Y sin embargo todos sabemos que Gore es político entrenado para usar la retórica como medio de conseguir adhesiones y convencer a las masas.

Tampoco reparamos en preguntarnos si la información que nos da es exacta o no o si está sesgada o existe motivo para ello. Y sin embargo asistimos impasibles a la exposición sin que aparezca un solo científico que la proporcione de primera mano.

Como tampoco nos cuestionamos sobre la integridad del ponente. Y sin embargo asistimos a la construcción de la honestidad del protagonista a medida que nos enseñan sus vivencias personales.

Desde un punto de vista racional, y en aras de convencer de la “verdad” que se expone como incómoda, podríamos analizar el filme desde tres puntos de vista:

  • El lógico o científico mediante el cual se nos debería hacer llegar a esa verdad a través de procesos racionales y demostrativos. Gore ni es científico ni experto en ninguna materia medioambiental. Y sin embargo nos bombardea con gráficos que comenta de pasada. Curiosamente el gráfico fundamental, el del paralelismo y correspondencia entre temperaturas y CO2, el famoso “palo de hockey” es un gráfico temporal en el que, bien interpretado, el aumento de CO2  se produce entre 800 y 1000 años después que aumenten las temperaturas. Con lo cual tergiversa causa y efecto y desmonta el resto de los argumentos (además recientemente fue descartado por inexacto y falto de rigor, algunos dicen que de forma intencionada –véase el denominado Climategate-).
  • El dialéctico mediante el cual se nos debería hacer llegar a esa verdad mediante la confrontación de ideas. UVI no confronta nada, no enfrenta ninguna de las tesis con ninguna idea crítica o contradictoria. Cierra el debate. Ridiculiza a los que se oponen o critican, los minimiza y los reduce a un grupo de intereses confabuladores a los que hay que erradicar.
  • La retórica mediante la cual se nos debería persuadir de esa verdad. Este es el punto fuerte de UVI. Las dotes de Gore como comunicador, la puesta en escena, y los recursos a las emociones y a la empatía con la vida del protagonista convierte el filme en una obra de arte de la retórica (sin hablar de lo expuesto anteriormente sobre propaganda y manipulación).

Según estos tres puntos de vista, ni la audiencia ni el expositor son capaces de procesar con metodología lógica y científica la verdad de la que se nos habla. La audiencia porque no tiene por qué ser entendida en la materia y Gore porque tampoco lo es aunque lo aparente y nos conduzca hacia una determinada opinión sobre todo esto aunque no tengamos título de climatólogo.

La dialéctica brilla por su ausencia, aunque sea para dar un barniz de elegancia y juego limpio al filme y liberar su excesiva carga retórica.

Con todo ello, da la sensación de que, al estar en posesión de la verdad, no necesita debatir ni confrontar ideas.

Para conseguir esto la retórica utilizada se apoya en el aprovechamiento de diversas limitaciones humanas que tratan de impedir el librepensamiento de la audiencia.

  • Pensamiento selectivo y sesgo confirmatorio. Aprovecha la tendencia humana de dar más valor a los hechos que confirman nuestras creencias. Todas las imágenes que expone Gore parecen confirmar sus tesis y automáticamente inducen a no dar valor a aquellas que podrían contradecirlas (y por supuesto no se exponen).
  • Sesgo de memoria por exposición visual. Aprovecha la tendencia humana de llenar espacios vacíos en nuestra memoria, y lo hace a través del bombardeo de imágenes que luego serán utilizadas para inferir y reconocer razonamientos como propios.
  • Ignorancia. Aprovecha la tendencia humana de aceptar como válidas y veraces aquellas ideas que se nos exponen de forma organizada, metódica, sin fisuras y desde diversas perspectivas.
  • Los propios prejuicios y sesgos personales que son utilizados en lugar de disipados.
  • La tendencia humana a convertir en evidencia testimonios como los que Gore da una y otra vez y otros refiriéndose a “un amigo me dijo…”.
  • La tendencia humana a aceptar ideas que se dan por hecho cuando Gore dice “porque todos ustedes lo conocen muy bien”, o, “y eso lo hemos hecho nosotros”, o, “estaba más claro que el agua”.
  • Utilizar mensajes emotivos para acompañar las tesis.
  • Utilizar juicios de valor para evitar los juicios propios: “Ya sabemos todo lo que necesitamos saber para enfrentarnos eficazmente al problema
  • La tendencia humana a buscar patrones para hechos que no puede explicar. Y Gore incluso menciona la palabra patrón en multitud de ocasiones.
  • La tendencia a agrupar fenómenos aleatorios como si siguieran una serie con una causa común. Y Gore nos da esa causa.
  • La idea de que si lo explica es verdad.
  • Mezclar causas con efectos
  • Y las críticas ad hominem (al hombre, no al argumento) y la apelación a la autoridad para aceptar una determinada tesis sin dar una evidencia.

Y no se nos permite recordar, que como el mismo Gore menciona al recordar las dificultades de Wegener para hacer valer su teoría de la deriva continental, la existencia de consenso no prueba nada, la ciencia no es democrática y sólo hace falta un científico para hacer desplomar un consenso sobre cualuquier teoría. Consenso precisamente al que Gore apela.

CONCLUSIÓN

Métodos propagandísticos, de manipulación comunicativa, que utilizan las limitaciones humanas para transmitir un mensaje que se considera como verdad absoluta, sin permitir críticas ni debate de ideas, con una puesta en escena espectacular, transmitidos con una retórica perfecta que aprovecha todas las limitaciones humanas para pensar libremente, obstaculizándolo.

Se apela a la libertad de pensamiento y de expresión de un movimiento global al que se pretende dar voz, precisamente imponiendo un pensamiento único que convierte en políticamente incorrecto a todo aquel que discrepa.

Una Verdad Incómoda convierte en incómodo al que la debate, y como se advierte hoy en día, elimina el debate racional y lo sustituye por una cuestión de fe y creencia, convierte al escéptico en negacionista y a éste en ecocida.

A.S.

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